Los herederos de Diego Armando Maradona pidieron este lunes a la Justicia francesa la incautación del Balón de Oro mundialista del astro argentino para que “no desaparezca una segunda vez”, explicó a EFE su abogado, Gilles Moreu.
La demanda se formalizó ante el Tribunal de Apelación de Versalles un día después de que la casa de subastas Aguttes de París anunciase que suspendía la venta del objeto, que había programado para el 6 de junio, debido a que no se dan “las mejores condiciones” por el clima de “contenciosos e incertidumbres”.
El galardón en la subasta podría haber superado los 10 millones de euros, con lo que se habría convertido en el objeto deportivo más caro de la historia.
“Queremos que el Balón sea confiscado (por las autoridades) para que no desaparezca una segunda vez, al menos mientras dura la investigación”, señaló Moreu.
El dictamen sobre esa demanda ante el Tribunal de Apelación de Versalles se espera el miércoles 5.
El Balón de Oro mundialista de Maradona, otorgado al Pelusa tras ganar la Copa del Mundo de 1986 con Argentina, estuvo desaparecido entre 1989 y 2016, cuando un franco argelino, Abdelhamid B., lo compró por un precio irrisorio en una subasta de segunda fila en París.
Este pequeño coleccionista está considerado como dueño legal del trofeo en Francia, por haberlo comprado de buena fe, no sabía que se trataba del Balón de Oro y porque después de esa adquisición pasaron tres años sin que nadie de la familia Maradona lo reclamase.
Los Maradona, sin embargo, han denunciado que ese objeto fue robado de la caja fuerte de un banco de Nápoles en octubre de 1989 en un asalto organizado por la mafia italiana.